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Abstract
Se llevó a cabo en marzo de 1992 un sondeo en la Mixteca Oaxaqueña, región donde existen problemas fuertes de erosión y sequía que reducen severamente los rendimientos de maíz y de trigo. Dado que las tecnologías de la labranza de conservación, en las que se usan los residuos del cultivo como mantillo, pueden reducir la tasa de la pérdida del suelo y aumentar la capacidad del suelo para retener humedad, el objeto específico del sondeo fue determinar el potencial de estas tecnologías e identificar los temas y prioridades para la investigación y la extension. El patrón de cultivar maíz de temporal, solo o asociado con frijol, es el más importante y ocupa aproximadamente el 70% del área sembrada. Trigo es otro cultivo importante que se siembra particularmente en condiciones marginales de suelo y precipitación. La ganadería también desempeña un papel primordial debido a que los sistemas de producción dependen fuertemente de la tracción animal para preparar el suelo, sembrar y controlar malezas. El uso de insumos externos, como variedades mejoradas, fertilizantes y herbicidas, es muy limitado. Los rendimientos de maíz y de trigo se sitúan entre 1 y 1.5 t/ha. Las tecnologías de labranza de conservación podrían reducir significativamente los costos de la preparación del suelo y del control de malezas. La reducción de la tasa de erosión y del riesgo para la producción, y un aumento en la fertilidad del suelo son beneficios posibles en el largo plazo. El factor limitante principal de estas tecnologías en la región es el alto valor del rastrojo de maíz que, como forraje, genera más del 30% de las ganancias brutas por hectárea. Otros limitantes son el efecto de las tecnologías de labranza de conservación en la estructura de los costos de producción y el limitado conocimiento de los agricultores del uso de herbicidas. Por tanto, los retos de la investigación y extensión agrícolas en esta región son determinar la cantidad mínima de rastrojo que debe usarse como mantillo para que estas tecnologías sean eficaces, desarrollar otras fuentes de forraje, aumentar el conocimiento de los agricultores acerca de los herbicidas e investigar la posibilidad de usar sembradoras con tracción animal. Por último, al difundir las tecnologías de labranza de conservación es importante hacer hincapié en su efecto sobre la capacidad de los suelos para conservar la humedad