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Govaerts, B.

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Govaerts
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Govaerts, B.

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  • Agricultura de conservación y manejo de malezas
    (CIMMYT, 2015) Nichols, V.; Verhulst, N.; Cox, R.; Govaerts, B.
    La agricultura de conservación es un sistema de manejo de cultivo construido sobre tres principios: 1. Reducir la labranza: En los sistemas de agricultura de conservación los productores se esfuerzan por perturbar el suelo lo menos posible para evitar destruir su estructura. 2. Mantener la cubierta del suelo mediante la retención de residuos del cultivo o vegetación viva: una cobertura de la tierra durante todo el año protege el suelo de la erosión, promueve la retención del agua en el suelo, mejora las propiedades físicas y químicas, y promueve la actividad biológica. 3. Utilizar rotaciones de cultivos: La diversificación de los cultivos plantados sucesivamente ayuda al manejo de plagas y enfermedades, el ciclo de los nutrientes y mitiga el riesgo económico. Estos principios proporcionan un marco flexible para trabajar dentro de una variedad de ambientes y situaciones socioeconómicas. Dependiendo del sistema de producción previo, la adopción de la agricultura de conservación puede involucrar cambios importantes en el manejo —los cambios en el manejo de malezas con frecuencia son percibidos como los más difíciles. Las comunidades de malezas y la dinámica poblacional cambiarán en respuesta a la adopción de la agricultura de conservación y, de la misma manera, se necesitará ajustar los métodos de control de malezas. Adicionalmente, la labranza como táctica de control de malezas ya no será una opción. El manejo de malezas siempre será específico a la situación, pero la literatura científica puede proporcionar generalidades de lo que se puede esperar y ayudar a identificar cuáles tácticas son más efectivas.
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  • Agricultura de conservación y captura de carbono en el suelo: entre el mito y la realidad del agricultor
    (CIMMYT, 2015) Verhulst, N.; Francois, I.; Govaerts, B.
    Los esfuerzos humanos para producir cantidades cada vez mayores de alimentos dejan su marca en el ambiente. El uso persistente de prácticas agrícolas convencionales con base en la labranza extensiva, especialmente cuando se combinan con el retiro o quema de los residuos del cultivo, han magnificado las pérdidas por erosión del suelo y el recurso suelo se ha degradado constantemente. Otra consecuencia directa del uso persistente de prácticas de producción tradicionales por los agricultores es el rápido incremento de los costos de producción; los costos de los insumos tales como variedades mejoradas y fertilizantes continúan incrementándose y los agricultores hacen un uso ineficiente de estos. A pesar de la disponibilidad de variedades mejoradas con un mayor potencial de rendimiento, no se logra el incremento potencial en la producción debido a los malos sistemas de manejo de cultivos. En la actualidad, se ha empezado a entender que la agricultura no solo debe tener una alta productividad, sino también ser sustentable. Se ha propuesto a la agricultura de conservación como un conjunto de principios de manejo ampliamente adaptado que pueden asegurar una producción agrícola más sustentable. La agricultura de conservación es un concepto más amplio que la labranza de conservación, un sistema donde al menos 30 % de la superficie del suelo está cubierta con residuos del cultivo anterior, después de la siembra del próximo cultivo. En la agricultura de conservación, el énfasis no solo cae sobre el componente de la labranza sino sobre la combinación de los siguientes tres principios: 1. Reducción en labranza: El objetivo es lograr un sistema con cero labranza (es decir, sin labranza) pero el sistema puede involucrar sistemas de siembra con labranza controlada que, por lo general, no perturben más del 20-25 % de la superficie del suelo. 2. Retención de cantidades suficientes de residuos del cultivo y cobertura de la superficie del suelo: El objetivo es la retención de suficientes residuos sobre el suelo para: proteger el suelo de la erosión hídrica y eólica; reducir los escurrimientos de agua y la evaporación; mejorar la productividad del agua; y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo asociadas con una productividad sustentable a largo plazo. 3. Uso de rotación de cultivos: El objetivo es usar una rotación de cultivos diversificados para: ayudar a moderar/mitigar posibles problemas de malezas, enfermedades y plagas; utilizar los efectos benéficos de algunos cultivos sobre las condiciones del suelo y sobre la productividad del próximo cultivo; y proporcionar a los agricultores opciones económicamente viables que minimicen los riesgos. Estos principios de la agricultura de conservación son aplicables a una amplia variedad de sistemas de producción de cultivos desde condiciones con baja productividad, en temporal hasta condiciones con alta productividad en riego. Sin embargo, la aplicación de los principios de la agricultura de conservación será muy diferente de un sistema de producción a otro. Es necesario identificar los componentes del manejo tales como las tácticas de control de plagas y malezas, estrategias de manejo de nutrientes y rotación de cultivos, entre otros, por medio de investigación aplicada con la participación activa de los agricultores. La agricultura de conservación ha sido promovida como una práctica agrícola que incrementa la sustentabilidad agrícola y está asociada con el potencial de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Sin embargo, hay informes contrastantes sobre el potencial de prácticas de agricultura de conservación para la captura de carbono (es decir, el proceso de sustraer el dióxido de carbono, CO2, de la atmósfera y depositarlo en el suelo).
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  • Agricultura de conservación, ¿mejora la calidad del suelo a fin de obtener sistemas de producción sustentables?
    (CIMMYT, 2015) Verhulst, N.; Francois, I.; Govaerts, B.
    Los esfuerzos humanos para producir cantidades cada vez mayores de alimentos dejan su marca en el ambiente. El uso persistente de prácticas agrícolas convencionales con base en la labranza extensiva, especialmente cuando se combinan con el retiro o quema de los residuos del cultivo, han magnificado las pérdidas por erosión del suelo y el recurso suelo se ha degradado constantemente. Se ha estimado que la actividad humana es responsable de la pérdida de 26 mil millones de toneladas de la capa superficial del suelo por año, lo cual es 2.6 veces la tasa natural de degradación del suelo. Se ha estimado que la erosión causa daños por USD $44 mil millones al año en suelos, cuerpos de agua, infraestructura y salud. Los rendimientos de los cultivos en EE. UU. caerán 8 % por año si los agricultores no pueden reemplazar la pérdida de los nutrientes y el agua (Pimentel et al., 1995). Otra consecuencia directa del uso persistente de prácticas de producción tradicionales por los agricultores es el rápido incremento de los costos de producción; los costos de los insumos tales como variedades mejoradas y fertilizantes continúan incrementándose y los agricultores hacen un uso ineficiente de estos.
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  • El mantillo: guía útil para comparar las prácticas de manejo de cultivo
    (CIMMYT, 2013) Castellanos-Navarrete, A.; Chocobar-Guerra, A.; Cox, R.; Fonteyne, S.; Govaerts, B.; Jespers, N.; Kienle, F.; Sayre, K.D.; Verhulst, N.
    Un mantillo se forma cuando los residuos de los cultivos se dejan en la parcela. El mantillo es considerado un importante recurso natural que conserva y mejora el suelo, especialmente en la agricultura de conservación, en tanto que la labranza cero sin ma
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  • Contenido de humedad del suelo: guía útil para comparar las prácticas de manejo de cultivo
    (CIMMYT, 2013) Castellanos-Navarrete, A.; Chocobar-Guerra, A.; Cox, R.; Fonteyne, S.; Govaerts, B.; Jespers, N.; Kienle, F.; Sayre, K.D.; Verhulst, N.
    El contenido de humedad del suelo es un indicador complementario y necesario en numerosos análisis pedológicos. Este contenido ha sido expresado tradicionalmente como la proporción de la masa de humedad con respecto a la masa de la muestra de suelo despué
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  • Infiltración: guía útil para comparar las prácticas de manejo de cultivo
    (CIMMYT, 2013) Castellanos-Navarrete, A.; Chocobar-Guerra, A.; Cox, R.; Fonteyne, S.; Govaerts, B.; Jespers, N.; Kienle, F.; Sayre, K.D.; Verhulst, N.
    La velocidad de infiltración es la velocidad con la cual el agua penetra en el suelo. Generalmente se mide con base en la profundidad (en mm) de la lámina de agua que logra penetrar en el suelo en una hora. Una velocidad de infiltración de 15 mm/hora sign
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  • Distribución de los agregados del suelo tamizando en seco: guía útil para comparar las prácticas de manejo de cultivo
    (CIMMYT, 2013) Chocobar-Guerra, A.; Cox, R.; Fonteyne, S.; Govaerts, B.; Jespers, N.; Kienle, F.; Sayre, K.D.; Verhulst, N.; Castellanos-Navarrete, A.
    Desde una perspectiva física, generalmente se piensa que la matriz del suelo está constituida por agregados del suelo (espacios llenos) y poros (espacios vacíos) (Soil Science Society of America, 1997; Lal y Shukla, 2004). El tamizado en seco proporciona
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  • Nitrogen use efficiency and optimization of nitrogen fertilization in conservation agriculture
    (CIMMYT, 2014) Verhulst, N.; Francois, I.; Grahmann, K.; Cox, R.; Govaerts, B.
    The world population increases and diets change to include more meat. Since livestock mostly have a cerealbased diet, this means global cereal yields have to double by 2050 to meet the demands of the increasing population and dietary changes. Over the past 50 years, N fertilizer application has increased 20-fold, and its application is projected to increase to 180 million tons by 2030. Also, the N fertilizer prices have climbed more than 2.5-fold over the past decade. The use and efficiency of N fertilizers is very different for different types of environment: For high-input environments, an efficient and nonpolluting approach to mineral fertilizer use is essential to prevent excessive N fertilization. Excesses may cause NO3-N leaching which results in eutrophication (excessive plant growth or decay due to extra nutrients in the water) of water bodies and the destruction of water ecosystems. Over-application of N fertilizer also increases environmentally harmful NOx/N2O emissions. Worldwide, N use efficiency (NUE, see below) averages 33% in cereals, indicating substantial potential for improvement. In low yielding, rainfed environments where fertilizer use is marginal and cereal grain yields are low, the focus should be on yield and quality increase by moderate and efficient N fertilizer application rather than over-application. Small grain quality is mainly determined by grain N concentration. The higher the N concentration, the higher the farmers’ profits will be, on the condition that farmers are remunerated for higher quality, which is not always the case. Conservation agriculture (CA) has been proposed as a combination of management principles to improve water use efficiency, reduce soil erosion and conserve resources such as farmers’ time, labor and fossil fuels. It is based on three key components: (1) minimal soil movement, so less or no tillage operations (2) partial retention of residues of the crops as a soil cover (3) economically viable crop rotations. Conservation agriculture has been found to change physical, chemical and biological soil quality components compared to conventional practices involving tillage and thus affects N cycling in the soil (see also the material Conservation agriculture, improving soil quality for sustainable production systems?). Therefore, it is likely that N fertilization will have a different effect on the crops growing under CA-conditions and hence, the fertilization will have to be adjusted in CA-based cropping systems.
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  • Soil aggregate distribution by dry sieving: a practical guide for comparing crop management practices
    (CIMMYT, 2013) Verhulst, N.; Cox, R.; Govaerts, B.
    From a physical perspective, the soil matrix is generally conceptualized as being constituted by soil aggregates (filled spaces) or secondary soil units, and pores (empty spaces) (Soil Science Society of America, 1997; Lal and Shukla, 2004). Dry sieving p
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  • Soil water content: a practical guide for comparing crop management practices
    (CIMMYT, 2013) Verhulst, N.; Cox, R.; Govaerts, B.
    The water content of a soil is a complementary and necessary indicator in many soil analyses. Soil water content has traditionally been expressed as the ratio of the mass of water present in a sample to the mass of the sample after it has been dried to co
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